Rodrigo Flores Yamasato | El archivo Fotográfico de Kiyomi Yamasato

Mi abuelo Kiyomi ya no está presente. Pero su mirada permanece y sigue narrando. Su mirada conversa con las distintas miradas que llegan a las imágenes que él hizo. Se construye una memoria, por lo menos en mi familia,  a partir de su ausencia. Las imágenes, sus imágenes, dan a luz distintos diálogos. Diálogos aplazados con futuros observadores. Se configuran diversas versiones. Se aproxima una trayectoria. Se asoma un rol. En Lima, quizás en Japón, quizás en Brasil. Yo configuro mi propia versión, en los lugares donde estoy. ¿Mi abuelo Kiyomi ya no está presente?.

Mi abuelo Kiyomi Yamasato Teruya fue fotógrafo. Al parecer “legítimo”, o así dice en su partida de defunción. Yo soy fotógrafo, hago fotografías, tomo fotografías. Las hago con una cámara que era de mi mamá, una Pentax K1000 que compró en Tacna en uno de sus viajes, antes de que yo naciera. Pero también con otras cámaras  que me han ido llegando a lo largo de mi vida.

Mi abuelo falleció en 1964. Yo me enteré que él fue fotógrafo recién en el 2014, 50 años después de su muerte, cuando yo tenía 22 años, aproximadamente. Yo empecé a tomar fotos a los 15 años, 7 años antes de enterarme que mi abuelo Kiyomi fue fotógrafo. Muchos números, poco nudos. Aparece una ausencia. También una intriga. ¿Se activan voces? ¿Se cuestionan continuidades?. Quizás lo vital es que se ha prolongado un vínculo. Estas son algunas fotografías de su archivo.